Día 6: Xian, ciudad

Este día el madrugón fue considerable, sobre las 7 de la mañana ya estábamos saliendo hacia el Aeropuerto, teníamos alrededor de 1 hora de viaje. Como iba a ser nuestro primer vuelo en China, y no sabíamos cómo eran los controles, queríamos ir con tiempo. Nos despedimos de nuestra sonriente Lola y a facturar.

Este aeropuerto es bastante grande, pero vamos no tuvimos ninguna dificultad, facturamos, pasamos el control y a esperar. Nos percatamos de que los que pasaban líquidos se lo marcaban electrónicamente con una pistola, en la tarjeta de embarque. Vi que habían muchos mecheros allí depositados, así que saque el mío y se lo enseñe al chinito del control, y allí se lo quedó.

Lo primero fue ir a ver si había información del vuelo, estaba en hora, así que a desayunar tranquilamente. Unos bollos y unos cafés diversos por 190 ¥.

Después ya se hizo hora de embarcar, salió en hora a las 10:30, el vuelo fue con China Airlines, el avión estaba muy bien y era bastante grande. Vuelo tranquilo.



Tras recoger las maletas, nos estaba esperando nuestro transfer, esta vez era un hombre muy serio, con sus gafas Ray-Ban parecía salido de una película.

Por el camino.




El trayecto duró unos 50 minutos, el hotel elegido esta vez era el MERCURE ON RENMIN SQUARE XIAN, al llegar allí y presentar la reserva, vimos que tecleaban mucho y llamaban por teléfono, al cabo de unos minutos se empezó a explica en inglés (menos mal), y yo solo entendí “overbooking” y “Sofitel”, y sí, tras hacérselo repetir y despacito, estaban llenos y nos cambiaban al SOFITEL ON RENMIN SQUARE XIAN, que se encontraba en el mismo recinto.

Como ya habíamos descargado nuestras maletas nos montaron en un carrito para llevarnos al SOFITEL. A todo esto el conductor, aunque ya habíamos descargado las maletas, hasta que veía que no había ningún problema y que estaba todo correcto no se iba; así que llevo a los que no cabían en el carrito, con la Van hasta el Sofitel, y allí cuando vio que estaba todo claro ya se marchó.



Subimos a las habitaciones y la verdad es que tanto el hotel como las habitaciones estaban muy muy bien.




Ya era hora de comer, por internet con el Google Maps habíamos localizado un KFC que se podía ir andando, así que nos fuimos hacía allí, comimos los cinco por 154 ¥, decir que aquí el pollo estaba picante o muy picante.

Tras la comida regresamos a las inmediaciones del hotel para coger un par de taxis para que nos llevaran a la muralla. No estaba muy lejos, pero para ir andando quizá sí, y por el precio de los taxis pues no merecía la pena ni andar, uno costó 10 ¥ y el otro 7 ¥.

MURALLA

Horario puerta sur: 5 a 22 horas.
Horario resto puertas: 8 a 19 horas.
Entrada: 40 ¥.


Los alrededores de la Muralla son una zona completamente llena de edificios modernos y con un tráfico caótico.


Se pude acceder desde diversas puertas, pero los turistas usan mayormente la Sur. A cada lado de la ciudad hay una puerta: la oriental se denomina Changle, la occidental Anding, la sur Yongning y la norte Anyuan. Las torres miden 33 metros de altura y 40 de ancho.

El perímetro de la muralla es de 12 kilómetros, 12 metros de alto y 16 metros de profundidad. En su parte larga (norte y sur) mide alrededor de 3.400 metros, y en su parte ancha (oeste y este) mide alrededor de 2.600 metros.

Esta muralla es una de las estructuras defensivas más antiguas que existen en el mundo, data del siglo XIV y se comenzó a construir en la dinastía Ming.

Nosotros entramos por la puerta Sur. La muralla es algo que no hay que perderse si se visita Xian, como se puede ser en las fotos la puerta es espectacular.





Al poco de entrar había una especia de espectáculo con guerreros, y música; nos quedamos, pero la verdad es que fue muy flojillo. Después podías hacerte fotos con ellos.


Luego subimos ya propiamente a la muralla, hasta ahora habíamos estado en la torre de la puerta sur y en una especie de patio interior. Las dimensiones de esta muralla te dejan boquiabierto.








Estuvimos paseando un rato y nos acercamos a una parte de la muralla, desde la que se ve la Torre de la Campana.



Y los alrededores de la muralla vistos desde arriba.



Estábamos en las 5’30 de la tarde, íbamos bien de tiempo. Lo bueno que tiene esta ciudad es que las cosas cierran tarde, así en una tarde pudimos ver todo lo del centro.

Cruzar el paso de cebra para salir de la Muralla, tuvo su aquel, lo mejor es que Santi lo grabó y después nos hemos echado unas buenas risas.

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Lo que nos quedaba por ver estaba muy cerca, así que fuimos andando. Pasamos por la Torre de la Campana y la Torre del Tambor para ir a nuestro siguiente destino, pero aprovechando que era de día y ya quedaba poca luz hicimos unas fotos.

TORRE DE LA CAMPANA.


TORRE DEL TAMBOR.


En los alrededores de la Torre del Tambor se encuentra el barrio musulmán.


Allí fuimos a visitar una mezquita, no nos queríamos entretener mucho porque cerraba en menos de una hora.

LA GRAN MEZQUITA (QINGZHENSI)

Horario: 8 a 19’30 horas.
Entrada: 25 ¥.


Es un poco difícil de encontrar por sus sinuosas callejuelas, pero la encontramos.

Famosa por ser la primera mezquita construida en China, los edificios actuales son del siglo XVIII.

Cuando estábamos en la puerta nos llevamos una pequeña decepción porque lo que se veía estaba en obras, durante unos instantes estuvimos decidiendo si entrar o no, al final decidimos que sí, que ya que estábamos y la habíamos encontrado, y la entrada no era muy cara, pues a verlo. Entonces coincidimos con un grupo de españoles, y oímos al guía que decía “no merece la pena entrar está en obras”. Pues bueno, en obras estaba el primer patio, pero hay unos cuantos más, y el resto estaba perfecto; debía ser que el guía no tenía muchas ganas de trabajar.

En el primer patio había un arco de madera (con la obra no se veía), en el segundo un gran arco de piedra, en el tercero la torre de oraciones y en el cuarto una mezquita con capacidad para 1.000 personas.







Al final si valió la pena entrar, menos mal que no hicimos caso del comentario del guía.

Cotilleamos un poco por sus calles de compras, viendo regalitos y tanteando precios, pero sin entretenernos mucho.




El chico estaba un poco cansado y mientras mirábamos en alguna tienda, se apalancó en la silla del lugareño.


Y continuamos con la visita turística,

TORRE DEL TAMBOR (GU LOU)

Horario: 8 a 22 horas.
Entrada: 27 ¥ o 40 ¥ incluyendo ambas torres.


Otra cosa que no hay que perderse en la visita de Xian, aunque sea por fuera.



A la otra parte de la plaza, la Torre de la Campana.


Un centro comercial que estaba muy cerquita de aquí.


TORRE DE LA CAMPANA (ZHONG LOU)

Horario: 8 a 22 horas.

Es el centro exacto de la ciudad, y se divisa desde cualquiera de las cuatro puertas.

Está en una isla en el centro de un cruce, se accede a ella por un paso subterráneo.




Cuando nos dimos cuenta eran las 8’30 y ha comenzábamos a tener hambre. Nos decidimos a entrar en un centro comercial que había allí mismito al lado.


No había nada en ingles, así que nos decidimos por este local que tenía la comida de plástico en plan exposición; pero eso sí, pedir la cena fue toda una odisea.


Las chinas que atendían no hablaban nada nada de inglés, y nos sacaron un papelito escrito en inglés, a la vez la persona que teníamos detrás en la cola también colaboró enseñándonos una tarjeta; y al final lo entendimos. No se pagaba allí, había que recargar una tarjeta con el dinero que quisiéramos, había que ir a una especie de caja central a por la tarjeta, y luego en el local de comidas ya lo descontaban. Que modernos.

Ya elegidos los platos, y ya claro el sistema, Lourdes y yo nos quedamos allí. Los chicos se fueron a pagar, para ello las chicas del local les habían prestado el cartelito del precio (el que tenían en la exposición), para saber el dinero que necesitábamos cargar en la tarjeta. Pero … todavía faltaba el tema de bebidas, las cervezas fue fácil, pero los refrescos fue otra aventura, porque al final el tío de la caja les acompañó a otro chiringuito que estaba porque el que estaba al lado, ya estaba cerrado.

Y ya tras estas risas y movilizar a unos cuantos para conseguir nuestra cena, por fin cenamos. Cervezas y refrescos con 4 platos para compartir, nos costó unos 100 ¥.

Aquí desestimamos la idea de pedir tenedor. Así que sacamos los nuestros de plástico, y en eso que nos giramos y nos vemos a unas mujeres que estaban por allí partirse de risa al vernos comer con el tenedor.

La cena de los cinco.



Al final cenamos bien, y nos echamos unas buenas risas.

Después 3 helados en el Baskin Robbins, nos salieron por 81 ¥, casi más caro que la cena y las bebidas.

Y ya regreso al hotel, Luis y Lourdes volvieron en taxi que les costó 7 ¥; y Santi, Alfredo y en un tuctuc que nos costó 10  ¥. Que panzada de reír con Santi en estos cacharrillos, que hay que ver como sortean el trafico.


La tarde en Xian nos había ido muy bien y habíamos visto todo lo que teníamos previsto. La Muralla una pasada y las Torres iluminadas de noche también.

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